05/09/11
Los alcaldes de Galicia y Portugal priorizan ahora el tren Vigo-Oporto
Proponen que la inversión de la UE para el AVE, paralizado, se destine a modernizar esta línea
Este cambio de preferencias es el motivo fundamental de la cumbre organizada en Viana do Castelo para el próximo lunes, 12 de septiembre, convocada por el alcalde de Viana y miembro de la comisión ejecutiva del Eixo Atlántico –formado por municipios de Galicia y el norte de Portugal–, Jose Maria da Costa, y a la que están llamados todos los alcaldes y empresarios de la Eurorregión.
Ese encuentro, que congregará a los representantes de territorios que aglutinan a más de dos millones de ciudadanos, tendrá lugar días antes de la reunión de los ministros español y portugués responsables de Infraestructuras y que tomarán la decisión sobre el futuro de las conexiones ferroviarias ibéricas. Dada la enorme representatividad de los gobernantes de las localidades del Eixo Atlántico, similar a la del área metropolitana de Lisboa, los organizadores del encuentro reclaman inversiones similares para disponer de conexiones ferroviarias de calidad. Así, a la cumbre están invitados los alcaldes de Oporto, Barcelos, Caminha, A Guarda, Vila Nova da Cerveira, Tomiño, Valença, Tui, Porriño y Vigo; los presidentes de las organizaciones empresariales de Pontevedra , Porto y Minho; la Diputación de Pontevedra, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y la CCDRN de Portugal.
AVE irrenunciable
A través de una nota, el Eixo Atlántico asegura que el objetivo del AVE es “irrenunciable” pero ante la paralización del proyecto considera que es la modernización de la línea del Miño, que une Vigo y Oporto, la que debe pasar al primer plano del debate político y ser la prioridda del Eixo Atlántico.
Así, consideran esta modernización posibilitaría una conexión competitiva entre Vigo y Oporto, en torno a los 75 minutos, continuando hasta Lisboa en un tiempo estimado de 4 horas. También indican que la convivencia de líneas semidirectas con líneas que parasen en las estaciones intermedias menores, transformaría esta conexión en la columna vertebral de la movilidad estructural del Miño.
El Eixo calcula que este proceso de modernización y electrificación tendría un coste estimado de unos 100 millones de euros y un plazo de ejecución inferior a los tres años por lo que proponen que se destinen a esta obra una octava parte de los 800 millones de euros que la Comisión Europea adjudicó a la conexión ferroviaria por alta velocidad entre Vigo y Oporto y que se perderán si no se gastan antes del 31 de diciembre de 2014 ya que es una inversión que no puede ser reprogramada.